Media Luna, entre la codicia, ecocidio y las amenazas, en Guerrero

MANUEL NAVA GARCÍA

El conflicto intersindical que mantiene paralizadas las labores en la minera Media Luna, ubicada en el municipio de Cocula, está haciendo aflorar nuevas y viejas tensiones. La empresa canadiense Torex Gold Resources amaga con retirar su capital y abandonar las instalaciones; habitantes de las comunidades aledañas hablan del daño ecológico y acusan a la minera de sembrar el terror para apaciguar los señalamientos adversos y sobre los tres partes en conflicto se cierne la amenaza de la delincuencia organizada.

Desde hace más de un mes, miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (STMMSRM), mantienen un paro de labores en la mina Media Luna, con el objeto de adjudicarse la titularidad del contrato colectivo de trabajo que actualmente tiene el Sindicato de la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM).

Torex Gold alega que el paro laboral ya le ocasionó pérdidas superiores a los 20 millones de dólares. El gobierno del estado convocó a reuniones para concertar una salida pero no existe, hasta el cierre de la edición, una propuesta concreta de solución y la firma canadiense amenazó con un cierre definitivo de operaciones y el retiro de su inversión.

El gobierno del Estado dijo que no podría intervenir en un conflicto que es de carácter gremial e interno, ya que los conflictos entre trabajadores sindicalizados y no sindicalizados están regidos por leyes laborales, pero también calificó de grave la posibilidad de que la empresa minera se retire de Guerrero.

En realidad, existen otros factores que dificultan el posible retiro de Torex Gold de territorio guerrerense. La mina Media Luna está ubicada como la tercera mayor productora de oro en México, con una producción anual de casi 350 mil onzas del metal precioso, lo que permite ubicar a la canadiense Torex Gold Resources dentro de las principales empresas mineras en el país.

En julio de este año, y unos meses antes de que estallara el conflicto inter sindical, Alfredo Phillips, presidente del clúster minero, hizo cuentas alegres y aunque reconoció la existencia de serios que aún tiene Guerrero, como es la inseguridad, no detienen el interés de las empresas por invertir y echar a andar los proyectos que le permitirían colocarse en el primer lugar nacional en la producción de oro e intensificar la producción en el 2018 con un resurgimiento de la actividad minera en la entidad.

De aquí a 2021, puede llegar una inversión cercana a 2 mil millones de dólares, eso sólo con los proyectos actuales; si la exploración que se lleva a cabo en distintas partes del estado dan o produce lo que se llama anomalías magnéticas con recurso, que es cuando se haga el barreno y salga la existencia importante del mineral, esa cifra puede crecer sin duda.

La firma canadiense Torex Gold Resources superó la producción comercial de oro en la mina El Limón-Guajes, al reportar 38 mil 161 onzas en el primer trimestre del año en curso.

Las estimaciones indican que la cifra de empleos directos dentro de los proyectos mineros y de contratistas, en ese periodo, sería de 8 mil puestos y en indirectos la cifra puede ser hasta cinco veces más.

La mencionada compañía canadiense, informó que la producción se logró al ciento por ciento, tras haber operado por más de 30 días consecutivos un promedio de nueve mil 470 toneladas diarios, en el proyecto que abarca aproximadamente 630 hectáreas.

Con lo cual la mina El Limón-Guajes, situada al norte del río Balsas, municipio de Cocula, superó las expectativas de producción estimadas en 22 mil onzas de oro, al alcanzar 38 mil 161 onzas de oro en lo que va del año con un presupuesto menor al esperado.

Aunque las expectativas de extracción de minerales preciosos se incrementan, la derrama de beneficios para la Federación y la entidad, no son tan alentadoras. La Ley Minera publicada en 2014, en teoría, modificó las facilidades tributarias que se concedían previamente a la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio en 1994. Pero en la práctica se mantiene un régimen tributario diferente para las mineras y existe exagerada tolerancia ante el incumplimiento de las obligaciones en materia laboral y de preservación del medio ambiente.

A la actividad minera se le atribuyen graves problemas ambientales por parte de diferentes organizaciones ambientales y de derechos indígenas y humanos quienes señalan efectos nocivos como la acumulación de metales pesados como el mercurio, contaminación de mantos acuíferos con cianuro y pérdida de derechos comunitarios despojo de territorios a pueblos originarios, y como principal arma de las corporaciones mineras la desintegración del tejido comunitario generando divisiones hacia dentro de la comunidad lo que facilita el despojo y pudiera provocar a un mediano plazo hasta el etnocidio de los pueblos.

Aun con esos efectos, esa actividad se expande y ya amenaza alrededor de una cuarta parte del suelo nacional.

Las concesiones se sitúan en la cabeza de 4 cuencas hidrológicas (la cuenca del rio Quetzala, la cuenca del rio San Luis, Papagayo y la del río Balsas), lo que implica una amenaza importante para el uso del agua, ya que la minería a tajo abierto gastan alrededor de 30 mil litros de agua al día en el proceso de separación de los minerales y pondría en riesgo el acceso al agua a todo el Estado de Guerrero.

Tan sólo la compañía número uno en producción de oro en México, Goldcorp, tiene una clausura preventiva impuesta por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) sobre Peñasquito, una de sus minas, donde debe regular sus procesos para evitar afectación ambiental, informó el organismo.

La Minería a cielo abierto no permite la convivencia con diferentes usos del territorio pues desplaza y destruye gran parte de la riqueza cultural de los pueblos, a diferencia de la minería de túnel que sí permitió que los pueblos tuvieran su practicas (agricultura, ganadería, etc.)

La actual devastación de los territorios es consecuencia de que el oro ya no está en vetas sino disperso y en bajas concentraciones.

Para la firma minera, tales señalamientos obedecen a un acto de extorsión pues se le está exigiendo a la empresa una derrama financiera que se encuentra fuera de las dimensiones acordadas en el texto de las concesiones y responsabiliza de este abuso a ciertos liderazgos que buscan beneficios personales y de las comunidades.

Alfredo Phillips, de Torex Gold México, dijo que los conflictos que se han presentado en la minera, ocurren una vez que se ha reactivado la inversión de la crisis de seguridad pública que se vivió durante el periodo 2014-2015 en el cual varias empresas habían suspendido inversiones. Entre 2016 y la fecha se están retomando los proyectos, lo que es una muestra de confianza, tal es el caso de Filos, de la firma Gold Corp; Rey de Plata, de Industrias Peñoles, en Teloloapan; Ana Paula, de Timmins Gold Corp, y la mina de Nyrstar Campo Morado, en Arcelia.

Todos los proyectos tienen un gasto operativo para la derrama económica en la región. Nosotros (Minera Media Luna) vemos un proyecto de gasto de casi 2 mil 500 millones de pesos al año, un clúster de tres o cuatro empresas de dimensiones similares traerán un gasto de 8 mil millones de pesos; si se estructura el recurso con inteligencia y se busca la colaboración entre los gobiernos municipales, estatal y las empresas se tiene una posibilidad de aprovechar y crear una palanca de desarrollo, señaló.

El plan de negocios de Torex Gold es en dos etapas, la primera prevé la explotación de la mina El Limón-Guaje, con unos 700 empleos indirectos y entre mil y mil 100 contratistas. La segunda etapa es la exploración y explotación de la mina Media Luna, la cual prevé una inversión adicional de 500 millones de dólares.

Sólo por su dimensión en el país, es uno de 20 proyectos más importantes a escala mundial por la dimensión de sus reservas. En el estado, sin duda, es el proyecto minero más importante, el más grande; de la inversión más reciente es el único proyecto que se ha construido sobre cero, no solo en el estado, sino en México.

El dilema es que la inversión minera no está implicando bonanza para las empresas pero multiplicación de conflictos sociales y políticos para las autoridades de gobierno. La resolución de este conflicto inter gremial parece alejarse en la medida en que hay situaciones que tiene que ver con la seguridad, hay problemas de violencia, algunos de acoso a los trabajadores, existen otras voces, otros actores y otras demandas que obstruyen las salidas.

Guerrero tiene 700 concesiones mineras y 25 proyectos activos.

Minera Media Luna, subsidiaria de Torex Gold, el próximo año arrancará la construcción de su segundo proyecto, Media Luna, en el municipio de Eduardo Neri, en el cual espera un potencial productivo de 200 mil onzas anuales en 2021; de igual manera iniciará el proyecto Ana Paula, de Timmins Goldcorp, en Cuetzala del Progreso, con una meta de producción de entre 100 y 150 mil onzas de oro.

Para Ana Paula se tiene previsto que la construcción inicie en el segundo trimestre de 2018, con una inversión de 122 millones de dólares y la producción 116 mil onzas de oro durante ocho años.

Y en exploración las empresas canadienses Agnico Eagle y Minaurum Gold realizan una actividad importante en el denominado Cinturón de oro, el cual comprende los municipios de Teloloapan, Arcelia, Cocula y Eduardo Neri.

Durante el 2017, con la compra de la mina Filos, que antes pertenecía a Goldcorp y ahora a Leagold, así como la de Campo Morado, que también cambió de manos, al pasar de Nyrstar a la firma Tresor Resources, se van a reactivar esos proyectos que estaban suspendidos.

Guerrero es el cuarto productor de oro, posee la tercera mina más importante del país, la Limón-Guajes, de Media Luna, la cual produjo el año pasado 280 mil onzas, y también tiene la quinta, Los Filos, con una extracción de 230 mil onzas; sin duda puede escalar a la primera posición y este potencial está jalando mucha inversión para el estado.

La captación de recursos del Fondo Minero por el impuesto especial a la minería obtuvo el año pasado mil 763 millones de pesos, de los cuales 46 millones se destinaron a Guerrero para la ejecución de obras que fomenten el desarrollo social.

La producción minera en la entidad mostró una alta del 12.1 por ciento en enero de este año frente a igual mes de 2015, señaló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Por entidad federativa, la producción de oro subió en Sonora (12.1 por ciento), Zacatecas (4.1 por ciento) y Guerrero (12.1), mientras que bajó en Chihuahua (2.1), Durango (17.4 por ciento menos).

En toneladas, la producción pasó de 760 en enero de 2015 a 852 en enero de este año; esto ubica a Guerrero como el quinto productor a nivel nacional. Los mayores productores, Sonora y Zacatecas, produjeron dos mil 757 y dos mil 278 toneladas, respectivamente, en enero de este año.

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